sábado, 27 de marzo de 2010

Paraíso perdido

Día lluvioso en el Valle.

Visité lo que antaño fue uno de los helechales más frondosos que he conocido, ahora sustituido por una plantación de chopos.

Esta zona del río, situada en el término de la Iglesuela, era un paraíso no hace muchos años, el río aquí forma una suave curva en la que su orilla izquierda se alza un inexpugnable paredón calizo, su margen derecha estaba protegida por el impenetrable helechal mencionado y un sotobosque de rivera de difícil acceso. Aquí, en esta curva una colonia de unos 40 martinetes tenían su feudo, además de garzas reales, ánade real y cerceta carretona.
En las someras aguas de este tramo descubrí la presencia de un escardino (Scardinius erythrophthalmus), pez rarísimo en estas aguas, un ejemplar muerto que lleve al Museo de Ciencias Naturales de Madrid y el mismísimo Ignacio Droadio colaborador científico del Museo y eminente ictiólogo, corroboró su identificación. Era una zona que fue muy visitada y estudiada por nosotros.

Anécdotas como la de la perra de un pastor que acudía a amantar a cuatro zorrillos en su zorrera, huérfanos seguramente por la escopeta o el veneno de un furtivo. En fin, un día el helechal había desaparecido, en su lugar se alzaban miles de raquíticos chopos de escasos 2 metros de altura, y a 100 metros de la curva paradisíaca un horrible puente de hormigón hacía mas fácil la conexión de unas súper granjas cercanas con la comarcal 501.
Hoy aquí mismo han construido un punto de abastecimiento de agua para Talavera de la Reina, apenas quedan restos de los helechos, los chopos se alzan hasta los 15 metros hacia el cielo, pero allí sigue la curva y es sotobosque inexpugnable. No hay ni rastro de los martinetes pero a plena luz de día se paseó delante de mí un hermoso zorro, familia seguramente de aquellos cachorros que crió la perra del pastor.

Una pareja de ánade real salió volando asustada al acercarme a la orilla, entre las rapaces vi volando un milano negro, un ratonero y una águila calzada.




miércoles, 17 de marzo de 2010

Llega la Primavera, adios al invierno

Prácticamente ya no queda ninguna grulla en el Valle del Tiétar. En sus dormideros favoritos, los pantanos de Rosarito y Navalcán, ya no se oyen al amanecer sus gruyidos, ni se las ve por millares al anochecer llegar desde las dehesas extremeñas buscando el resguardo de las aaguas someras de los embalses de nuestro Valle.
Organizándose en su típica formación en V, toman rumbo Norte y se despiden de nuestros campos hasta el otoño que viene.
Por el contrario, las aves que crían entre nosotros, nuestras vecinas del Tiétar, están en plena efecvescencia de amores,. Los machos se disputan a las hembras, entre los Ánades Reales ya podemos ver a varios machos detrás de la que esperan que sea la progenitora de su descendencia.

sábado, 13 de marzo de 2010

La Trashumancia

En el Valle del Tiétar todavía pervive una antigua tradición: el traslado de las reses desde sus pastos de invierno hacia sus "agostaderos" de verano, en las zonas altas de la sierra de Gredos.
El recorrido principal atraviesa perpendicularmente el Valle del Tiétar por la cañada de Ramacastañas, atravesando el río por la zona del puente de la carretera N-502, la carrtera de Ávila a Talavera de la Reina.



Alli descansan, pacen y beben recuperando fuerzas antes de enfrentarse al último tramo, y el mas dificil, de su recorrido, la ascensión por la Calzada Romana al Puerto del Pico.

Permanentemente vigiladas por la atenta mirada del vaquero, pendiente de los pasos inevitables por carreteras y de que no se quede atrás ninguna res.


La Raza Avileña-Negra Ibérica es la vaca autóctona de la Meseta Central y protagonista principal de la tradicción de la Trashumancia


El final del viaje y el merecido descanso hasta el otoño siguiente.

Esperemos que esta milenaria tradición, repetida desde tiempos en que los vetones poblaban nuestro Valle del Tiétar, siga sobreviviendo.

sábado, 6 de marzo de 2010

Ya han llegado las golondrinas al Valle del Tiétar


Llegaron hace unos días, avanzando progresivamente desde el Sur, desde África.
Ayer desde el coche pude fotografiarlas cuando bien entrada la tarde "repostaban" agua en uno de los inmumerables charcos formados por tanta lluvia junto al camino.
Se las veía en buena forma, alguna posada en la orilla recogía barro para empezar a construir o rehabilitar su antiguo nido.
Aunque el tiempo no acompaña todavía, se intuye ya próxima la primavera.
Las cigueñas ocupan ya sus nidos, el críalo ya se esconde entre las encinas y nuestra vecina la golondrina inagura la galería fotografica sobre aves de este modesto blog.