miércoles, 17 de marzo de 2010

Llega la Primavera, adios al invierno

Prácticamente ya no queda ninguna grulla en el Valle del Tiétar. En sus dormideros favoritos, los pantanos de Rosarito y Navalcán, ya no se oyen al amanecer sus gruyidos, ni se las ve por millares al anochecer llegar desde las dehesas extremeñas buscando el resguardo de las aaguas someras de los embalses de nuestro Valle.
Organizándose en su típica formación en V, toman rumbo Norte y se despiden de nuestros campos hasta el otoño que viene.
Por el contrario, las aves que crían entre nosotros, nuestras vecinas del Tiétar, están en plena efecvescencia de amores,. Los machos se disputan a las hembras, entre los Ánades Reales ya podemos ver a varios machos detrás de la que esperan que sea la progenitora de su descendencia.

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